PANTONEMAGENTA

Centro Histórico Ciudad de Guatemala: ¿Dónde y qué comer? (Parte 1)

Palacio Nacional

Palacio Nacional

Desde el 2008, después de regresar de vivir unos meses en Chicago, vivo en el Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala y ha sido la mejor experiencia. El poder vivir en una ciudad como verdadera ciudad, una donde se camina, la gente saluda en la calle, se tiene el café de la esquina, el parque de enfrente, el mercado muy cerca, cualquier cantidad de tiendas (abarroterías) a la redonda, tortillerías en cada cuadra, no se depende del automóvil para desplazarse... es una verdadera maravilla. De las cosas que más me gustan y disfruto enormemente es la riqueza en la oferta gastronómica de mi barrio, hay de todo, y todo está cerca ya sea para ir a pie o aún mejor, en bicicleta.

Séptima avenida

Séptima avenida

Cuando tenemos visitas de extranjeros el Hotel Panamerican (9a. calle y 5a. avenida) es nuestra primera opción para ir a comer. El lugar es bello, es como regresar en el tiempo y además, su restaurante ofrece la mayor parte de platos típicos de nuestro país. Mi favorito es el Subanik, plato ceremonial que en Kaqchiquel significa "comida de Dios" o "comida de rey" y consta de un recado (salsa muy espesa) de chiles, tomates y otros ingredientes cocidos, licuados y molidos en piedra, y carne de res, pollo y cerdo, acompañado de arroz, tortillas, aguacate y tamalitos. Es sabroso, exótico, reconfortante y muy completo. Para acompañarlo una cerveza es deliciosa y si para finalizar la comida, aún se tiene un espacio, compartir un postre siempre cae bien, lo mejor es pedir varios y compartirlos al centro de la mesa, los buñuelos, torrejas y platanitos son exquisitos.

Otra gran opción es La Cocina de la Señora Pú (6 avenida "A" y 10 calle), es la propia Señora Pú quien cocina en este pequeño y acogedor restaurante. Los platos que ofrece son una reinterpretación de los platos mayas antes de la Colonia. Son platos que van más allá de la comida, están influenciados por la antropología, la historia y el amor de la Señora Pú por su cultura rica y milenaria, además de ser una manera de honrar a sus ancestros. Mis favoritos: el Uwa al K´axob o pato en salsa de achiote con papas a la francesa y el Jok'om kakaw o pollo al cacao también con papas a la francesa y para acompañar un refresco tradicional es mi recomendación.

La cocina local es tan rica que nunca es suficiente y recientemente Rosa de Jamaica cambió de ubicación, ahora se encuentra en el interior de Las Cien Puertas en el Pasaje Aycinena, es allí la nueva casa de Rosa de Jamaica donde el Chef Wilson Guzmán hace magia: comida internacional con ingredientes locales. Los platos varían cada día, llegar allí es siempre una novedad, todo es delicioso y lo único que hay que hacer es dejarse consentir. Una cerveza es siempre la mejor opción para acompañar cada platillo lleno de mucho amor, y en un día soleado una mesa en el corredor del pasaje es fabulosa.

Cerdo con salsa de tamarindo.

Cerdo con salsa de tamarindo.

Pescado al estilo tailandés.

Pescado al estilo tailandés.

Padres alternativos. A ellos también los celebramos.

La RAE define alternativo como: "adj. En actividades de cualquier géneroespecialmente  culturales, que difiere de los modelos oficiales comúnmente aceptados."

Desde pequeña mi hermano, aunque también era pequeño (soy 9 años mayor que él) fue muy maduro, y fungió de cierta manera el papel de padre en nuestra casa, yo sé, es increíble pero así fue. Y ahora que es un hombre hecho y derecho, es una especie de padre para mi mamá, es esa figura de apoyo, amor, dedicación, paciencia, ternura, madurez, la persona que está pendiente de las necesidades de mi mamá y de su casa. Si me preguntaran en quién pienso cuando se refieren al término "paternidad", sin duda, pienso en mi hermano Carlos Miguel.

Al no tener hijos humanos y tener dos hijos gatos (Máximo y Amelie), Jorge se convierte automáticamente en papá, y es que el amor hacia esos seres hermosos que son animales y que no son humanos, lo sabemos, sí, es tan grande que llega a ser tan especial como el amor a una persona, y eso es algo que solamente pueden entender otras personas que también tienen "mascotas" (como comúnmente se le llaman a estos animalitos de la creación), pero para quienes los queremos inmensamente les llamamos hijos. El amor, la dedicación y el cuidado que Jorge pone en Máximo y Amelie son mayores a los que posiblemente muchos "padres biológicos" dan a sus hijos que sí son humanos.

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Y nuestros grandes amigos y hermanos del corazón Víctor y Boris que así como Carlos Miguel es con mi mamá, ellos lo son con los papás de Víctor, con Carla hermana de Boris y con la recién llegada al mundo Emalucía, la sobrina hermosa y dichosa que tiene a su papá y a dos más que la aman con locura. También son los papás de Matilde y Manila, sus hijas caninas. 

Pues eso es un padre alternativo, el que no es padre biológico y que de alguna manera también sería imposible que lo fuera pero que cumple con los deberes de un padre "de verdad" y muchas veces va más allá del deber y se excede en amor, mimos y cuidado. Son seres maravillosos llenos de amor y responsabilidades aún cuando no es deber suyo. Y por eso en el día del padre los celebramos con todo el amor porque es lo que se merecen.

Como es de costumbre celebramos el domingo con un brunch familiar. La estrella del día fue ¡La Pavlova! espectacular hecha por la maravillosa Paola Bartolomé de Sweet Brooklyn. Es un postre cuya base es merengue o espumilla como coloquialmente se le llama en Guatemala, ésta en particular de cuatro pisos; el primero con crema de pistachos y frambuesas, el segundo con crema, kiwi y nectarina, el tercero con crema de limón y fresas, y el último con crema batida de vainilla, moras y flores... ¡un espectáculo de postre! ¡wow!

La pasamos alegrísimo, como diría mi mamá (con palabras de Viktor Frankl) "vamos a crear nuevos y maravillosos recuerdos." <3 ¡Feliz día del padre!

Mykonos Pintoresco y Encantador

Hace un año visitamos la isla de Mykonos en Grecia, un lugar hermosísimo, un paraíso mitológico donde reina el amor y la paz.

Fue el destino final de un largo viaje, y terminarlo allí fue la mejor decisión. Es el lugar más tranquilo que conozco, se pierde la noción del tiempo, llega un momento donde no se sabe que hora ni qué día es y el sentimiento es fabuloso. 

Se vive como los dioses, no en balde es la cuna de muchos. De día la playa es el lugar para estar cual iguana, se come, se bebe y de noche la fiesta no termina. Nadie se levanta muy temprano, se descansa mucho... se vive tranquilo.

Los griegos son amables y anfitriones espectaculares, hay restaurantes muy populares donde el mismo dueño es quien atiende a los comensales y muchas veces habla todos los idiomas. Son encantadores, te recomiendan qué probar y cuando no sabes qué pedir, te ofrecen cortesías para que no quedes con la gana de nada.

Para cerrar el viaje con broche de oro, como somos unos románticos, decidimos casarnos allí por primera vez. Fuimos a una iglesita pintoresca bellísima, y allí nos juramos amor eterno, fue mágico y hermoso, el mejor recuerdo de ese divino lugar.

Mykonos es tan tranquilo, cuando devolvimos el carro que alquilamos, nos pidieron que lo dejáramos en el parqueo frente al aeropuerto sin llave y con las llaves adentro, nosotros no lo podíamos creer, le dijimos al señor del renta-autos "¡¿Cómo así?! ¿No tienen un duplicado para poder cerrarlo con llave?" y el señor nos respondió "No, por qué iba a ser necesario tener un duplicado y cerrarlo con llave, este lugar ¡es una isla! nadie va a ir con el carro a ningún lado muy lejos" nos pareció algo surreal, pero muy divertido.

Recomendaciones:

1. Alquilar un auto, la isla es bastante grande. Para ir de una playa a otra las distancias son largas y el transporte público es casi nulo, lo mejor es alquilar un auto o una moto.

2. Para hospedarse, si el relax es lo más importante, lo mejor es quedarse lejos del centro de Mykonos porque la fiesta de noche no termina, es mejor ir a la fiesta y después relajarse en una playa tranquila. Nosotros nos hospedamos en un hotelito encantador a muy buen precio en la playa más tranquila llamada Kalo Livadi.

La vista desde la terraza de nuestra habitación.

La vista desde la terraza de nuestra habitación.

3. Los frutos del mar son un regalo de los dioses, las cantidades son bastas y no hay prisa, se tiene todo el tiempo del mundo para deleitarse y terminarse tooooooda la comida que allí sirven. Comer muchos mariscos, los precios son bajísimos. Es de aprovechar. Y lo mejor es acompañarlos con una buena cerveza local. 

4. Comerse un buen Gyro es algo que no puede faltar. Y probar todos los postres que puedan existir, ¡son increíbles!

5. Probar el auténtico yogurt griego.

6. Visitar el Museo de Arqueología.

7. Visitar y comer en "Little Venice" o "Pequeña Venecia", el lugar es encantador.

8. Visitar todas las playas posibles: Kalo Livadi, Kalafatis, Paradise y Super Paradise. 

9. Saludar a Pietros el pelícano de la isla, es hermoso.

10. Ver el atardecer desde el centro de la isla, es mágico.

11. Probar el pan artesanal. Hay muchas panaderías artesanales y el pan es exquisito.

12. Y si les gusta la comida griega o desean probarla aquí en Guatemala, hay un restaurante griego delicioso, se llama La Taberna del Griego, es súper buena auténtica comida griega. Se los recomiendo ;)

Istanbul Mágico

Hace casi un año que decidimos hacer un viaje de luna de miel con Jorge, Istanbul fue uno de nuestros destinos y nos enamoramos de esa hermosísima ciudad. Visitar Istanbul es recibir un shot exótico lleno de magia y sabor.

Nunca antes habíamos volado con Pegasus Airlines, el servicio es excelente.

El aeropuerto de Istanbul lleva el nombre de Sabiha Gökcen, la primera mujer turca (y posiblemente de la historia) que a los 23 años fue piloto de combate.

Del aeropuerto tomamos un bus con destino a Kadikoy, y allí un Ferry a Eminonu (la parte antigua de la ciudad), la experiencia ¡súper romántica! de noche, la luna gigante... y la recomendación: subir al segundo nivel del Ferry a tomar el té, es una experiencia que no tiene precio... por sólo 35 centavos de dólar.

Decidimos quedarnos en una casa que alquilamos por Airbnb justo atrás de la famosa mezquita de Sultan Ahmet. Desde que llegamos nos impresionamos con la cultura, el olor de las especias mientras caminábamos a la casa, los diferentes fonemas del idioma, la manera de vestir, que aunque es posiblemente la ciudad "más occidental" del mundo islámico, es diferente a lo que estamos acostumbrados... desde la primera impresión es un lugar mágico, sin duda.

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Sultan Ahmet, también conocida como Mezquita Azul. Fue la primera vez que el choque cultural se hace notar, número uno, la necesidad imperante de cubrirse la cabeza, los hombros y la espalda y los ritos religiosos diferentes. 

El primer almuerzo debía ser un kebab, probé uno con pistachos espectacular. Jorge que es vegetariano no tuvo ningún problema. La cocina turca, a pesar de formarse en gran parte por la variedad de platos con carne, es muy amigable con las personas vegetarianas por todos los platos de granos, legumbres y verduras... y todo es delicioso.

De postre la recomendación: Kunefeh. Una especie de postre hecho de queso frito con sirope de azúcar, ¡fabuloso!

Fuimos al Gran Bazar y fue un sueño hecho realidad, solamente necesitaba un contenedor para llenarlo de toooooodo lo que quería comprar. Tardamos horas y no quería irme, eran tantas las cosas bellas, los colores, las artesanías, fue demasiado para mi corazón.

El mercado de especias es otro lugar fascinante, los sabores y aromas son indescriptibles, todo el lugar grita EXÓTICO, y eso que vivimos en Guatemala, uno de los lugares más exóticos del mundo, y es posible que a diario, no nos demos cuenta, pero sí, vivimos en un lugar muy exótico. Aún al día de hoy, casi un año después, todavía disfrutamos los tés que compramos, es algo maravilloso que, de alguna manera, nos hace volver a Turquía.

Recomendaciones:

1. Tomar el té en el Ferry a Eminonu.

2. Visitar las mezquitas.

3. Comer Kebabs. Todos los que se pueda.

4. Probar el Kunefeh.

5. En el Gran Bazar comprar al menos un plato de cerámica pintado a mano, un par de cucharitas, un pañuelo, un par de sandalias, un par de zapatos de kilim y una prenda de vestir típica como por ejemplo un kaftán. Consejo: Si viven en Centroamérica no les recomiendo comprar alfombras, la curación de alfombras turcas que tiene Big Apple es hermosa y súper amplia... y al mismo precio que en Istanbul... no vale la pena cargar o gastar en el envío, al final es más caro.

6. En el mercado de especias comprar mucho té, nuestros favoritos: de rosas, de cúrcuma y especias y el de manzana es algo que jamás nunca habíamos probado algo parecido y dulces "Turkish Delights", los favoritos son los de granada con pistachos.

7. Visitar el Palacio de Topkapi y al final del recorrido tomar un café turco a la orilla del Canal del Bósforo.

8. Visitar la parte moderna de la ciudad y la Plaza Taksim, atravesando el puente Gálata y visitando la torre Gálata, la Iglesia de San Antonio de Padua y la Calle Istiklal.

9. Tomar un ferry y tomar el tour al canal de Bósforo, que comunica la parte europea con la asiática de Turquía.

10. Ir a la Basílica Cisterna y conocer las Medusas.

11. Tomar jugo de granada y de naranja recién exprimidos.

12. Caminar mucho por toooooda la ciudad y probar todos los baklava posibles.

13. Probar los pudines de "The Pudding Shop", comprarlos para llevar y sentarse en el parque a comerlos, viendo a la gente pasar.

14. Ir a la ceremonia de danza tradicional de Derviches Giratorios o "Whirling Dervishes". Es una experiencia mística fascinante. Mi recomendación es dejarlo para el último día para cerrar el viaje con broche de oro. El mejor lugar es el de "Whirling Dervishes de Hodjapasha" y lo recomendable es comprar los tickets con anticipación.

15. Si el viaje de regreso es vía Aeropuerto Atatürk, vale la pena visitar el acuario que queda a 20 minutos, además si se necesitan hacer algunas compras, el acuario está conectado a un centro comercial bastante bueno.

Granada de nuestro corazón

Granada, segundo destino en Nicaragua. Es una ciudad colonial hermosa, antigua capital del país, destaca por sus colores brillantes y contrastantes, las fachadas de las casas son de color rosado, lila, verde, turquesa, azul... de todos colores. La gente es maravillosa, cálida, amable y muy platicadora.

Llegamos aquí gracias al artículo que les mencionaba en el post anterior, de la revista Conde Nast Traveller, allí hablaban de la riqueza cultural, gastronómica y por supuesto del Tribal Hotel "un elegante hotel con influencia global, las paredes blancas inspiradas en las paredes de las casas clásicas de Granada, el patrón blanco y negro de las escaleras inspirado en Kenia, el piso de la piscina inspirado en los mosaicos arremolinadas de Roberto Burle Marx a lo Copacabana, las terrazas de cada habitación decoradas con kilims de Turquía. Toques de Nueva York como la enorme pintura en el vestíbulo, por ejemplo, es un collage inspirado en Basquiat, del centro de Manhattan que una vez estuvo colgado en el 60 Thompson." wow! ¿Cómo no nos íbamos a enamorar del lugar?. Hablé tanto del maravilloso hotel que para nuestra boda nuestros amigos nos regalaron la estadía para dos noches. Y finalmente llegamos, el artículo se quedaba corto, vivirlo y sentirlo fue espectacular. Además Yvan - dueño y  manager del hotel, un hombre italo-sueco que en el pasado dirigió el Bar de'O y el Bar del 60 Thompson en Nueva York - resultó ser una persona encantadora con quien platicamos largo y tendido de su proceso creativo y cómo paró en Nicaragua... fue algo grandioso.

El desayuno, algo espectacular, lo sirven en la terraza de la habitación, sirven el café, luego fruta, recogen los platos, pasan las tostadas, recogen los platos de las tostadas y por último el plato fuerte... es todo un ritual hermoso.

Nuestra estadía fue de cuatro maravillosos días, tiempo suficiente para experimentar tooooooda la ciudad.

Próxima parada Espressonista, un café hermoso con una atmósfera única, llena de buen gusto y amor por el diseño y los pequeños detalles. Además es el paraíso de lo orgánico, la carta es digna de un restaurante consagrado del primer mundo, y no era para menos, sus fundadores trabajaron en el Four Seasons de Londres, en Chateau Marmont de Los Angeles, Pastis de Nueva York y en Houmard's de Londres. Es evidente, éste lugar no fué "así no más". 

Pausa... desde que vi los prints de Liberty London, morí. Continúo...

Tanto nos gustó que comimos allí todos los días y un día comimos allí ¡dos veces!. Entre los dos (Jorge y yo) probamos casi toda la carta (Jorge solamente los platos vegetarianos):

1. Vigorón (plato local) con lomo de cerdo

2. Pho de Corvina

3. Lasagna vegetariana

4. Pavlova, postre de merengue con almendra, crema de coco, blueberries y maracuyá

5. Pie de queso con blueberries

6. Postre de coco con mandarina

7. Boeuf Bourguignon al más cercano estilo de Julia Child

8. Ensalada de calabaza, arugula y queso de cabra

9. Ceviche de coco

10. Sandwich de queso manchego y camembert artesanales

11. Sopa fría de ajo y sandía

12. Helado de aguacate con miel

13. Pastel de cacao

Sí, todo eso comimos ¡hahahahahahahaha!!! espectaculaaaaaaar.

Aún así, algo mejor que la comida, fue la amistad de Andrés, dueño de Espressonista. Desde el primer momento en que lo vimos y lo felicitamos surgió una energía fabulosa, nos vimos todos los días que allí estuvimos y juntos fuimos a las 6am. al Mercado de Masaya a comer tortillas con cuajada, una especie de queso fresco deliciosísimo. Fue toda una experiencia.

Cuando nos fuimos, yo lloré. Ángela, mano derecha de Andrés y el mismo Andrés en esos cuatro días maravillosos se convirtieron en parte de nuestro corazón... dice Andrés que en Julio nos vienen a visitar con Zoltan, su esposo. Las puertas de nuestra casa estarán siempre abiertas.

Recomendaciones:

1. Hospedarse en el Tribal Hotel

2. Probar tooooooda la carta del Espressonista, o al menos intentarlo

3. Caminar por toda la ciudad durante todo el día y de noche tomar taxi

4. Visitar el cementerio

5. Además de Espressonista ir a comer curry vietnamita de coco con camarones al Tercer Ojo

6. Cenar en Garden Café la típica cena nicaragüense

7. Visitar el Mercado de Masaya

8. Alquilar una bicicleta y darle la vuelta a la ciudad

9. Tomar el recorrido en carruaje

10. Hacer el tour en lancha a las Isletas

11. Visitar el Taller de Gráfica y Grabado La Sirena

12. Visitar y fumarse un buen puro en Doña Elba Cigars

13. Subir al campanario de La Iglesia de la Merced y ver toda la ciudad desde lo alto

14. Visitar la tienda de Hamacas Tío Antonio, allí personas con capacidades diferentes trabajan en la fabricación de hamacas y con dos días de anticipación la pueden hacer del diseño y colores que uno mismo elija

15. Probar el chocolate artesanal

Souvenirs &lt;3

Souvenirs <3